El Covid 19 como un espanto puede aparecer en cualquier lugar y sorprendernos con su contagio, algunos transitan las calles de ciudade...
El Covid 19 como un espanto puede aparecer en cualquier lugar y
sorprendernos con su contagio, algunos transitan las calles de ciudades, pueblos
y caminos veredales como si el enemigo
oculto ya no existiera y en las filas de mercados y demás sitios actúan bajando
totalmente la guardia de manera totalmente irresponsable.
El drama vivido por muchas
familias, los cuadros dantescos de España, Nueva York, Ecuador, deberían haber
dejado una lección mental con enseñanzas muy claras al respecto.
Una cosa es la
tranquilidad de vivir agradecidos por convivir en un lugar que
hasta el momento gracias a las medias tomadas hoy goza de cero contagios y otra
actuar de manera que provoquemos la aparición del fantasma más peligroso del
momento en el mundo, el Covid 19.
Las cosas valiosas del mundo
se conservan actuando con responsabilidad total, por lo tanto no bajemos la
guardia, y dejémonos de visitas, salidas innecesarias, charlas fatuas,
corrillos peligrosos y sobre todo no olvidemos seguir al pie de la letra las
recomendaciones de los expertos, eso es lo que hoy nos tiene en relativa calma
y aislados del virus, las cifras nos muestran ningún contagio en algunos
pueblos otras son bajas porque se cuida que la curva no se incline
peligrosamente y para ello es el aislamiento.
Las cifras crecerán no lo dudemos,
existen fallas en los procesos, pero en nuestro
actuar permanente está el que continúen bajas
y nuestros entornos sanos, respetemos las normas, conservemos la distancia
social, cumplamos con el aislamiento y sobre todo no bajemos la guardia,” no demos
papaya para que no nos coronavirus”.
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