Se recomienda leer este articulo completamente Alerta en el cuidado de las mascotas, por ello se recomienda no sacarlas a sitios público...
Se recomienda leer este articulo completamente
Alerta en el cuidado de las
mascotas, por ello se recomienda no sacarlas a sitios públicos, no permitir
interacción con otras mascotas. Es de tener en cuenta de acuerdo a un
especialista que los “perros callejeros” generan por su condición inmunidad a esta
y otras enfermedades.
El propietario de un canino debió
tomar la decisión de aplicar la eutanasia a su mascota, (prolongar su vida con
una enfermedad incurable con síntomas declarados es extender la vida aun ser
que está sufriendo), es una enfermedad dura, que llega a paralizar el animal.
No podemos humanizar las especies, afirmó el especialista y propietario, consultado por
este medio.
Esta es una de esas
patologías, consideradas peligrosas y que afecta principalmente a cachorros
domésticos es el moquillo canino o distemper, una enfermedad vírica grave,
similar al sarampión humano, muy contagiosa y con altos índices de mortalidad,
El moquillo ataca fundamentalmente al aparato digestivo, respiratorio e incluso
al sistema nervioso central de nuestra mascota.
Hablamos, por tanto, de una
enfermedad extremadamente grave y potencialmente mortal, sobre todo para
aquellos perros que no han sido vacunados previamente. Por tanto, se puede
intentar prevenir el desarrollo del virus mediante vacunaciones específicas
para aumentar su inmunidad.
La manera más frecuente de
contagio en perros es mediante la inhalación de partículas virales que se
encuentren flotando en el ambiente.
Aunque el moquillo también puede transmitirse a través del contacto
directo del cachorro con los fluidos de otros canes infectados, incluyendo agua
y comida.
Una vez que nuestro cachorro
ya está en casa, es muy importante protegerlo al máximo, evitando, en la medida
de lo posible, que salga al exterior antes de ser vacunado.
En el caso de haber contraído
el virus, las primeras señales suelen hacer acto de presencia entre el tercer y
sexto día.
Así que debemos estar muy
atentos a cualquier indicio físico o comportamiento extraño que tenga nuestra
mascota para llevarle al veterinario cuánto antes con el fin de hacerle las
pruebas pertinentes que confirmen el diagnóstico. En estos casos, actuar con
rapidez resulta clave. Algunos síntomas: Fiebre, Falta de apetito y bajada de
peso, Sin ganas de hacer nada, Secreción nasal acuosa o con pus, Vómitos y
diarrea, Deshidratación, Dificultad al respirar y tos, Erupciones o póstulas en
la piel, Endurecimiento de las almohadillas, Enrojecimiento ocular o
conjuntivitis, Convulsiones o contracciones musculares involuntarias, Movimientos
de la mandíbula, inclinación de la cabeza o parálisis.
Es de aclarar que es el primer
caso detectado y su propietario tomo inmediatamente las medidas pertinentes lo
que ayudará a controlar cualquier propagación, es importante cuidar las
mascotas y cada propietario actuara de acuerdo a su decisión en caso de
contagio de su peludo. Esta enfermedad no
se da en los caninos.
Por ser una enfermedad que se
contagia fácilmente, que carece de tratamiento 100 por ciento efectivo y que
puede conducir rápidamente a la muerte de animal, la prevención cobra mayor
relevancia.
Vacunación: el médico
veterinario será el encargado de establecer el protocolo de vacuna más
apropiado de acuerdo con las condiciones de vida, el estatus inmunológico, el
riesgo de contagio, los picos de enfermedades, el estado nutricional, entre
otros factores. Lo ideal es que los animales se vacunen durante la semana seis
y doce de vida, y que tengan un refuerzo anual. Esta es importante, ya que no
solo protege a las mascotas, sino que, al tener un alto porcentaje de animales
vacunados, la circulación del virus en el ambiente se reduce drásticamente.
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